miércoles, 11 de diciembre de 2019

Wagner también es de color: El Oro del Rin, por la Trilogy Opera(2017).



¿Un Oro del Rin interpretado únicamente por cantantes afroamericanos? Es posible, sin duda porque la música cuando se interpreta bien no entiende de etnias. Por eso me llevé una gratísima sorpresa al encontrar en YouTube este Oro del Rin por la compañía Trilogy.

Trilogy:aoc (de an opera company) es el nombre de una compañía de ópera fundada en 2004, que trabaja con obras de compositores afroamericanos y que traten también sobre historias y temas relativos a esta comunidad, muchos de ellos actuales. Está formada en su gran mayoría por cantantes de esta etnia, si bien no exclusivamente ya que la compañía también abraza la diversidad: la orquesta y algunos cantantes del reparto son de otras etnias.
Aunque su objetivo principal es trabajar con temas relacionados con la comunidad afroamericana estadounidense, en 2017 iniciaron su propia y actualizada versión del ciclo del Anillo wagneriano, a jornada por año, y que concluirá en 2020. El bajo-barítono Kevin Maynor es el director de la compañía, además de ser responsable del montaje y en este Oro del Rin además interpreta a Fasolt.

El Anillo es el reto por antonomasia para cualquier compañía de ópera. Una obra con una infinidad de posibilidades musicales y dramatúrgicas. Trilogy ha intentado sumarse al desafío, y con escasos medios, ha presentado la primera producción del ciclo en el estado de Nueva Jersey. El 19 de marzo de 2017 tuvo lugar en el New Jersey Performing Arts Center de la ciudad de Newark la representación de El Oro del Rin. Esta función fue grabada en YouTube y publicada en cuatro partes, aunque con explicaciones metidas en medio de la música sobre el argumento a cargo del sr. Maynor. Para él, esta es también una historia vigente, incluso recomienda a la comunidad afroamericana a iniciarse primero con Wagner, más que con Mozart o Rossini, por la belleza y actualidad de las obras del maestro.

Se presentó en versión semiescenificada en la Sala Victoria del anteriormente mencionado teatro, en la conocida reducción para 18 músicos de Jonathan Dove y Graham Vick que se ha representado en otros teatros en época reciente. No está toda la partitura completa y hay cortes considerables incluso en momentos célebres, que deja el video, una vez descartadas las intervenciones de Maynor, en alrededor de una hora y cincuenta minutos.


Los escasos recursos no implican escasa voluntad. El director de la compañía, deseando darle una visión contemporánea pero a la vez comprensible, y en la línea de Wagner de máxima difusión a simbólico precio (su público ideal de Bayreuth además de apreciar su obra debía pagar poco o nada por verla), idea una versión moderna dadas las circunstancias. En una esquina a la derecha del escenario se sitúa la pequeña orquesta, y en el resto de la escena tres elementos clave en la obra situados uno a cierta distancia del otro: el Anillo, que estará en las demás producciones del ciclo, la manzana de Freia y dos pedruscos enormes que representan el Oro del Rin.
Al fondo, una pantalla donde hay proyecciones de cada escena: el fondo del río, un paisaje de montaña idílico o una cueva profunda, donde aparece cuando lo requiere una serpiente enorme. La escena cuarta es la más efectiva e intensa porque hace uso de la iluminación: desaparecen las proyecciones y el escenario se ilumina de verde cuando aparece Erda y de amarillo en la escena final cuando las hijas del Rin lamentan la falta de su tesoro.


TAOCarkeste, es la orquesta habitual de esta compañía, en esta ocasión dirigida por Julius Williams. Se nota la poca experiencia del conjunto en esta música (algunos instrumentos parecían estar perdidos) pero el oboe tiene un buen momento en la escena de la maldición y al principio el viento da bien el primer acorde, pero poco más, dentro de la labor de acompañar.

En lo que se refiere al reparto, dentro de lo esperable en una compañía de este tipo, el nivel varía.
De los caballeros, Donnie Ray Albert es un Wotan con buena voz pero con un sonido levemente gutural. Aún así, nada que envidiar e incluso me suena mejor que muchos que cantan en rol en los mejores teatros. Rodrick Dixon es un Loge que cumple como actor y cantante, pero la voz no es del todo bella. Benjamin Bloomfield (el único intérprete que no es de color junto al Mime mudo de David Gordon, ya que su parte ha sido eliminada o no aparece en la filmación) es un bajo-barítono que ha cantado en varios teatros estadounidenses de segunda, con un rodaje visible. Su Alberich es bueno, pero ligero para los estándares a los que estamos acostumbrados. El propio Maynor forma parte del reparto, con un Fafner solvente y digno.

De las damas, cabe destacar a Nicole Mitchell como una Erda bellamente cantada, parecida vocalmente a las defensoras negras de este rol como la gran Ronnita Miller y Denyce Graves. Geraldine McMillian no es una mala cantante para Fricka, tiene una voz de timbre decente pero inexplicablemente canta con la partitura en mano ¿no se aprendió a tiempo su parte? Pamela Jones es una Freia bien cantada y María Marbet es una magnífica Flosshilde.

La música de Wagner es cosmopolita, desde el momento en que en cualquier lugar del mundo, se encuentre un wagneriano que sienta su música en todos los poros de su piel, ya que el maestro quería que esta llegase a todos. El Anillo es universal en su magia y su mensaje, y Trilogy ha captado esta idea. Un poco del genio del maestro ha llegado felizmente a Nueva Jersey.

En esta lista de reproducción de Youtube, pueden ver la obra completa en cuatro vídeos, con las explicaciones de Kevin Maynor en inglés intercaladas.


Algunas fotografías no son de mi autoría, si alguien se muestra disconforme con la publicación  de cualquiera de ellas en este blog le pido que me lo haga saber inmediatamente.

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