martes, 21 de septiembre de 2021

Crítica/Review: La Filarmonica de Viena exalta a Gaudí en su Sagrada Familia, con Bruckner (ESP/ENG)

ESPAÑOL

Gracias al turismo y a la fascinación que despierta su arte, el español Antoni Gaudí se ha convertido en sinónimo de Barcelona. Se siente en muchos de sus más emblemáticos lugares, y su Sagrada Familia es la cima de esa expresión artística que inunda la capital catalana. Obra de un genio tan grande como religioso y sencillo, es famosa tanto por su singular riqueza arquitectónica y su única belleza plástica. La Ciudad Condal también se prepara para volver a la normalidad, al esplendor cultural que la caracterizaba antes del Covid-19, y en medio de este paulatino regreso a la normalidad, un evento histórico: la Orquesta Filarmónica de Viena, dirigida por el gran maestro Christian Thielemann, actuaría en la Sagrada Familia, en un concierto con una obra de encargo, y la majestuosa Sinfonía nº4, la "Romántica", de Anton Bruckner. Tras enterarme de que al parecer, solo un porcentaje pequeño de invitaciones se sortearon entre el público general, me sentí tan parte del público como los millones de televidentes que han podido seguir este concierto el pasado sábado por Televisión Española y otros canales europeos. Y por eso esta crítica que no tenía prevista. Hay que decir que la realización de las cámaras es prodigiosa: durante todo el concierto se alterna a la orquesta con un recorrido por todos los detalles de la catedral, de la luz entrando por sus bellas vidrieras, deslumbrando al Cristo que cuelga en la nave central, alternándose con imágenes de los bosques y paisajes catalanes.

La primera parte del concierto fue el estreno mundial de Elysium, del joven compositor canadiense Samy Moussa, una obra de la que se dice que tiene inspiración bruckneriana. Lo cierto es que la obra empieza con un majestuoso acorde, con intenciones tanto de ser posromántica, como cinematográfica, pero también disonante, un aspecto permanente en esta obra interesante.

La segunda parte fue la más esperada y publicitada: la sinfonía "romántica" de Bruckner. El compositor austríaco y Gaudí, así como sus obras, creadas con un año de diferencia, tienen puntos en común. Ambos comparten nombre. Ambos fueron hombres religiosos y sencillos. Ambos exaltan en sus obras la naturaleza: Gaudí se dedicó en cuerpo y alma a su templo en su etapa naturalista. Bruckner refleja en su sinfonía la belleza, pero también el poder de la naturaleza, desde sus bosques, su tenebrosa noche, y hasta sus cazadores. Dios, y su preciada creación impregnan estas dos obras fusionadas por este concierto. La influencia de Wagner es obvia en Bruckner, quien le admiraba, y llamó romántica a esta obra debido al romance medieval del que se hace eco el genio de Bayreuth. En sus cuatro movimientos, el compositor canta a esa naturaleza, a esa vida rural con la que se fusiona en las pequeñas aldeas y ciudades medievales, que tanto inspiró a los músicos germanos del siglo XIX. 

Pese a la acústica del templo, quizá no la más apropiada para una obra de este calibre, algo que se nota en el empastamiento del sonido de los instrumentos, Thielemann demostró su buen hacer con una orquesta que no solo maneja magistralmente, sino que hace comprender por qué es la que mejor puede canalizar las intenciones del compositor. Desde el primer movimiento, con el bello paisaje de trompa que recrea el amanecer, la orquesta nos introduce en su mundo mágico. Las flautas vienesas seducen con su dulce y evocador sonido. Las cuerdas deslumbran en el poderoso tercer movimiento, el más bello de todos. En el cuarto movimiento, la orquesta se une para lograr una aún más estremecedora versión del mismo (ya de por sí estremecedor). El director de orquesta alemán consigue una interpretación muy en su linea: opulenta, de tempi lentos, pero en una versión romántica y muy germánica, más centrada en transmitir la fuerza de la naturaleza, así como su rotundidad, que en recrearse en la ligereza de los más bucólicos aspectos (que los hay) de la partitura. 

De este modo, Thielemann y la Filarmónica de Viena conquistan España con este concierto, con los catalanes como privilegiados espectadores, en el marco de un proyecto que pretende llevar las sinfonías de Bruckner a grandes catedrales europeas. Para el maestro, pensar en nuestro país le invita a imaginar una catedral. Nada más catedralicio, entonces.

Aquí puede verlo en la web de RTVE.

Y aquí en Youtube.

ENGLISH

Thanks to tourism, and the fascination his artistry raises, the Spanish architect Antoni Gaudí has become a synonym of Barcelona. You can feel it in all its most emblematic places, and his Sagrada Familia temple is the height of that Modernism which spreads all over the Catalan capital. The work of a genius and at the same time a very religious man, it is famous by its singular rich architecture and decoration, as well as its well known aesthetics. The second biggest city in Spain is ready for returning to the normality, and to regain all its former, trendy,  cultural splendor which makes it famous worldwide. A great occasion to shine has been the historical visit of the Vienna Philharmonic Orchestra, conducted by the German maestro Christian Thielemann, in a concert at the Sagrada Familia itself, last Saturday. After noticing that only a small part of the invitations were raffled among general public, I felt myself part of a bigger audience of millions of spectators who followed the event on Television. The telecast was accomplished: realization alternated the images from the orchestra playing with a tour throughout the building, recreating in its most beautiful details, playing with the light, creating beautiful images, and also with landscapes of forests in Catalonia.

The first part of the concert was a commissioned work, Elysium, by the Canadian composer Samy Moussa. A powerful piece, beginning with a Majestic chord, said to have brucknerian influences, with evocation of post-romantic style, as well as an even cinematographic language, but also reaching disonant chords, which became constant in this, on the other hand, interesting work.

The second part was the most awaited and publicited: Anton Bruckner’s 4th Symphony, called “Romantic”. The Austrian composer and Gaudí have too much in common. Both have the same name. Their respective works were created just with one year difference. Both were very pious men. Both praise nature: Gaudí devoted himself to his masterpiece during the  naturalist  stage of his work: and Bruckner portraits the beauty of nature in his symphony, as well as its powerful forests, nights and even hunters. God and his precious creation are present in every aspect of both works, fusioned in this concert. Wagner’s influence is visible in Bruckner, who admired the Bayreuth genius. In the four movements, Bruckner praises that nature sung by medieval romance, which inspired German composers during 19th Century.

Despite the acoustics of the temple (maybe not the most appropriate for this music), which affects the instruments’ sound, making them to sound a bit thick, Thielemann has shown his artistry in front of this orchestra. He not only knows and commands it well, but also makes us to understand why the Vienna Philharmonic is the most suitable orchestra for this composer. His rendition has that style which become typical of him: majestic, with slow tempi, but in a romantic interpretation. It has that Germanic touch more focused on conveying the force of nature more than the lightness of bucolic aspects (which can be found in many moments) in the score. Since the first movement, in which horns depict the dawn, the orchestra introduces us in this magic world. Flutes seduce with their sweet and evocating sound. Strings dazzle in the third movement, the most beautiful one, and give goosebumps in the fourth one, becoming thrilling,  breathtaking.

So, Thielemann and the Wiener have won Spain over with this concert, with the Catalans as privileged spectators, as part of a project aiming to perform Bruckner’s symphonies in major European cathedrals. Indeed, for the maestro to think of Spain involves to imagine a Cathedral. Nothing more suitable, then.

Link to watch the concert on Televisión Española.

Link to watch in Youtube.

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