Vivica Genaux es una de las cantantes más renombradas del repertorio barroco a nivel mundial. En el año 2002 lanzó al mercado su famoso disco "Arias for Farinelli", dirigida por el histórico René Jacobs y que fue toda una revelación al grabar las arias más famosas de su tiempo, pensadas para el rango vocal del famoso castrado.
El Teatro de la Zarzuela ha programado un recital dedicado a la memoria de Farinelli a cargo de la Genaux, junto a la no menos famosa agrupación Les Musiciens du Louvre, dirigidos por Thibault Noally. Una oportunidad que no había que dejar pasar.
La voz de Genaux es pura pirotecnia, capaz de conseguir la coloratura más endiablada posible, quizá como en su día sonó en la voz de Farinelli. Hay momentos en que la voz parece disparar notas cual perdigones sin el menor signo de agotamiento, aunque al acabar algunas arias se puede ver que la cantante suspira aliviada. La voz sigue teniendo ese timbre bello que en el famoso disco pero adolece de algunas dificultades: en algunos momentos suena gutural, algo que algunos espectadores encontraban cómico; así como el volumen de su voz que no es muy sobrado. Por este motivo, se disfrutaba más, llegaba más al patio de butacas que en las zonas más altas del teatro.
Genaux es una experta en este repertorio, y esa impresionante técnica nos hace pensar muchas veces en cómo debían de sonar los castrati. El agudo sigue siendo excelente y a medida que transcurría el recital la voz entraba en calor, dejándonos una segunda mitad maravillosa. También es una persona simpática, capaz de reír, hacer bromas y hablar con el público en un castellano perfecto.
La orquesta también tuvo su parte, dado su renombre, y el primer violín y director alcanzó momentos de belleza.
He aquí el programa del recital:
Primera parte
NICOLA PORPORA, Sinfonía de Agrippina
PIETRO TORRI ,Aria de Nicomedes: «Vo' che in mezzo del furore», de Nicomede
N. PORPORA, «Oh volesser gli Dei… Dolci, fresche aurette grate» de Polifemo
ANTONIO VIVALDI ,Concierto para 2 violas y violonchelo en sol menor, RV 578a
N. PORPORA ,«Il piè s’allontana», de Angelica e Medoro
RICCARDO BROSCHI, «Qual guerriero in campo armato», de Idaspe
Segunda parte
GEMINIANO GIACOMELLI, «Sposa… non mi conosci», de Merope
N. PORPORA, «Come nave in ria tempesta», de Semiramide, regina dell’Assiria
JOHANN ADOLPH HASSE, Fuga y Grave en sol menor
N. PORPORA, «Alto Giove», de Polifemo
R. BROSCHI, «Son qual nave ch’agitata», de Artaserse
Propinas:
GIUSEPPE MARIA ORLANDINI, « Giusti cieli! Eterni Dei ! » de L'Innocenza giustificata
A. VIVALDI, «Agitata da due venti», de La Griselda
La velada empezó con la sinfonía de Agrippina de Porpora, y continuó con Vo' che in mezzo del furore de Torri, donde la artista empezó fuerte, con una pasmosa coloratura. El concierto de Vivaldi fue de lucimiento para la orquesta, especialmente para el primer violín en el primer movimiento, como ya dije antes. El aria Il piè s'allontana de Porpora fue de una gran belleza, de gran dramatismo. La primera parte terminó con la conocidísima Qual guerriero in campo armato, donde estaba igual de deslumbrante que en el disco, aunque algún agudo le bailó, pero la coloratura y el grave siguen iguales que hace dos décadas.
En la segunda parte se vio a la cantante ya entrada en calor, y el Sposa, non mi conosci del Merope de Giacomelli fue cantado con mucha belleza. Pero el verdadero éxtasis llegó hacia el final, con la emotiva y archiconocida Alto Giove de Porpora, donde la coloratura y el aterciopelado timbre de Genaux alcanzaron el momento cumbre del recital. En la también famosa Son qual nave ch'agitata mostró su dominio con unas notas disparadas de forma virtuosa, y más cuando se para uno a pensar en la lentitud y casi estertor de la versión de Nella Anfuso.
Aquí terminó el concierto de forma oficial, pero la mezzo dio dos propinas: Giusti cieli, eterni dei de Orlandini y la famosa Agitata da due venti, de Vivaldi (según la artista, a petición de una amiga que siempre se lo pide cada vez que la ve) , donde la Genaux alcanzó cotas de virtuosismo demencial y que fueron premiadas con una gran ovación del público.
Un recital de los que hacen más falta en el Teatro de la Zarzuela, sitio ideal para los conciertos barrocos, cuya magia se hizo notar con esta maravillosa música, y el público, aun sin llenar la sala, disfrutó mucho y aplaudió aún más.
Las fotografías no son de mi autoría, si alguien se muestra disconforme con la publicación de cualquiera de ellas en este blog le pido que me lo haga saber inmediatamente.
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