viernes, 14 de agosto de 2020

Festival Wagner en Vinke-Garten: a falta del Festival de Bayreuth, los Vinke le invitan a su jardín.

 



La suspensión del Festival de Bayreuth de este año ha supuesto, como era previsible, un duro golpe para la comunidad wagneriana en todo el mundo. El Covid-19 nos ha privado, entre tantas alegrías, de una producción nueva de El Anillo del Nibelungo en la colina verde. Ante esta dolorosa falta, y entre las alternativas que van surgiendo para suplirla, el matrimonio formado por el famoso tenor wagneriano Stefan Vinke (habitual de Bayreuth, donde habría interpretado el rol de Loge este año) y su esposa Sabine han tenido una idea singular pero no menos emocionante: un festival Wagner en el jardín de su casa, en la pequeña localidad de Hargesheim. Un lugar íntimo, rodeado de naturaleza, con capacidad para unas sesenta personas, en el que se interpretan fragmentos o actos enteros de las obras del maestro, durante el mes de agosto y principios de septiembre.


El 25 de julio, coincidiendo con la que habría sido la inaguración del Festival, los Vinke dieron comienzo al suyo propio, con el primer acto de la Valquiria completo.  El evento fue trasmitido en directo por el canal alemán Klassik para todo el mundo. Presentado por el simpático Alex Brüggemann, quien presentó para el canal sky las funciones del Anillo de Bayreuth de 2016, el concierto empezó tras sendas entrevistas al matrimonio y un discurso inagural de la señora Vinke dando la bienvenida a los presentes. Al recital asistieron algunos personajes relevantes de la música y la política alemanas.

Tras el discurso, el pianista Wolfram Kolosseus empezó a interpretar el poderoso preludio. Al son de la música, la televisión ofrecía imágenes de las calles de Hargesheim desde un coche, lo que sumado a la evocadora partitura de tormenta y huída del protagonista, nos hace imaginar que Siegmund realmente se intenta abrir paso por las calles de esta ciudad hasta llegar a la casa de los Vinke. Kolosseus dio un interesante acompañamiento, pese a la dificultad del preludio de amoldarse a un solo piano. Pero incluso así, la música de Wagner suena tan inspiradora y envolvente que la magia sigue operando. Hubo momentos dramatizados, como las expresiones de los artistas (la química del matrimonio Vinke en la primera escena y en la última es evidente, como el expresivo beso que se dan en los últimos acordes), el agua y el hidromiel con el que ella le da a él nada más llegar o la espada que Vinke saca de entre sus macetas, cual Siegmund desde el roble.


Stefan Vinke interpreta a Siegmund con una voz heroica, que aún suena muy bien, aunque a veces parece la tesitura escapársele. Durante la primera escena con Sieglinde se le notaba más bien reservado, más elegíaco en su narración en Friedmund darf ich nicht heissen, y cada vez más potente a partir de la famosa aria Ein schwert verhiess mir den vater, donde los Wälse sonaron espectacularmente, aunque el segundo un poco más contenido. Durante el resto del acto se encontró totalmente en vena y su interpretación fue bastante solvente, con un agudo en so blühe der wälsungen blut en plenitud. 

Sabine Vinke interpretó a Sieglinde con una bella voz, y pese a no tener el volumen torrencial de sus compañeras más célebres, pudo, quizá inspirada por el evento, ofrecer un convincente retrato de una protagonista frágil pero no menos valiente. En la frase So bleibe hier sonó conmovedora, pero su punto más álgido fue en Der männer sippe, donde la voz se amoldó bien al dramático y bello monólogo, que cantó muy bien.

Sung Ha fue Hunding. Solista de la ópera de Mannheim, este bajo realizó una interpretación muy expresiva, con unas miradas intimidantes, como no podía ser de otro modo en su brutal personaje.La voz tiene un buen timbre, pero quién sabe si por la toma de sonido o por qué razón sonaba un poco ligera.

                     

La emoción del público por escuchar a Wagner en vivo es palpable, tanto como que la prensa alemana asegura que este festival ha obtenido una buena recaudación y eso que está a la mitad todavía. Parte del público que se ha desplazado hasta la casa del tenor le ha visto cantar en el Festspielhaus: incluso hay gente que asegura haberse emocionado mucho, según lo que he podido leer en grupos internacionales. Es de agradecer que los Vinke hayan llevado un poco de la magia wagneriana estival a un público pequeño pero afortunado, que como todos echa de menos disfrutar las obras de arte totales del maestro en un teatro.

Las fotografías no son de mi autoría, si alguien se muestra disconforme con la publicación  de cualquiera de ellas en este blog le pido que me lo haga saber inmediatamente.


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