ESPAÑOL
El año 2022 acaba de terminar, marcado por la trágica y sangrienta invasión rusa de Ucrania, con una guerra que deja refugiados y ha afectado a la vida en Occidente. Por otro lado, si hay una cosa positiva, es que la normalización del Covid-19, que sigue afectando nuestras vidas, poco a poco ha ido devolviendo la antigua normalidad a las ciudades, y en consecuencia, los teatros están llenos otra vez y ya sin mascarillas. Y así es como ha sucedido en esta nueva edición del Concierto de Año Nuevo de Viena 2023, el más televisado del mundo, que parece ser ya el inaugurador oficial del año. Esta edición cuenta de nuevo con el maestro veterano Franz Welser-Möst, uno de los directores de orquesta austríacos con más actividad de Europa, y que ya había dirigido el concierto en otras dos ocasiones.
Welser-Möst ha dirigido a la Orquesta Filarmónica de Viena en un programa lleno de novedades, pues muchas de las piezas escogidas se escuchaban por primera vez en el concierto. En esta ocasión, el director austríaco ha dirigido las piezas de forma más bien tranquila, con tempi lentos, y una primera mitad en la que la orquesta no brilló tanto como en la segunda, donde mejoró con cada pieza. Es algo curioso que la primera mitad empezara y terminara con una polka rápida, la primera de Eduard Strauss y la segunda de Johann Strauss hijo. Incluso alguna de los valses llegó a sonar con una inadecuada interpretación bruckneriana. Tras la primera parte, el intermedio, presentado por el propio maestro, nos trasladaba imágenes y recreaciones musicales de la Exposición Universal de Viena de 1890.
Como ya se dijo, la segunda parte fue sin duda mejor: empezando por la Obertura de Isabella, opereta de Franz von Suppé, de inspiración española, tanto por el uso de castañuelas como por sus ritmos en la segunda mitad de la pieza. Fue aquí donde empezamos a escuchar la brillantez de las cuerdas de la orquesta, la espectacularidad de sus metales, aún desde la lentitud y los tempi más pausados. Así sonó el vals "Perlas del Amor", el primero en contar con ballet, y la deliciosa polka "Angelica". La interpretación se tornó más apasionada, y desde ahí hasta el resto de la velada, a partir de la pieza "Arriba y Lejos", donde finalmente el ímpetu se apoderó de la orquesta. En la polka Heiterer Mut se contó con el coro de los Pequeños Cantores de Viena, el cual por primera vez integraba a la sección de niñas en el concierto.
En los bises, sonó una espectacular interpretación de la "Polca de los Bandidos", que sonó ágil y poderosa. Después, vendría el famoso Vals del Danubio Azul, antes del cual el maestro se dirigió al público en inglés, citando a Nietzsche, diciendo que "Un mundo sin música sería un error", antes de hacer el consabido saludo en alemán. El Danubio Azul sonó quizá un poco anodino en las cuerdas, pero se vio compensado con la habitual y electrizante interpretación de la Marcha Radetzky, en la que el público acompaña a la orquesta con las palmas y con el que triunfalmente termina cada edición del concierto. La Orquesta ya ha anunciado que Christian Thielemann, dirigirá la edición de 2024, ante las peticiones de que por fin una mujer dirija la orquesta, a la que ésta respondió que aún no es el momento. No importa cuando llegue, pero esperamos que la maestra elegida lo sea por razón de su virtuosismo y no de su sexo.
Y así, como diría el presentador de TVE Martín Ilade, da comienzo el año 2023. Esperamos que este año nos traiga la paz en Ucrania, y nos llene de mucha felicidad y mucha música.
ENGLISH
Franz Welser-Möst returns to the New Year's Eve Concert, with several new pieces.
2022 has finished with the bitter taste of the Russian invasion of Ukraine, in a bloody war which has resulted in waves of refugees and which affected the life in the West. On the other hand, the normalisation of the Covid-19 has resulted in the return of the old normality, with theatres full-seated and no mask wearing. This happened in the 2023 New Year's Concert, the most popular worldwide, which seems to start officially the year. This year, the maestro Franz Welser-Möst returns for the third time to conduct this concert.
Welser-Möst has conducted the Vienna Philharmonic Orchestra in a program full of new pieces, as many of them were listened in the concert for the first time. In this occasion, the maestro conducted in slow tempi, in a calm mood, resulting in a first part which wasn't as brilliant as the second, even some pieces reminding the calm of a Bruckner adagio than the vividness of a Strauss waltz. It started and ended with quick polkas, both of Eduard and Johann Strauss II respectively. After the first part , the intermission showed images and recreations of the 1873 Vienna Exposition.
The second part really improved with each piece, and here the orchestra reprised its usual spectacularity. It began with the Overture to the operetta Isabella, by Franz von Suppé, of Spanish ambiance, recognisable from the castanets and the rythms from the second half. Here, the strings usual brilliant sound, and the imposing metals sounded in a majestic way, and since then maintainted it until the end. That is how the "Pearls of Love" waltz, the first one with ballet, and the "Angelica polca" sounded. In the "Up and away" waltz, the orchestra finally reached its peak. In the Heiterer Mut, the Wiener Sängerknaben (Vienna Boys' choir) accompaigned the orchestra, now showing a ethnical diversity (as now Austria is more multirracial than in the past), and for the first time including the girls' section.
In the encores, the "Bandit's polka" sounded as spectacular as the final part of the concert. It ended with the two traditional pieces: the Blue Danube Waltz and the Radetzky March. Before the Blue Danube Waltz, Welser-Möst adressed to the audience in English, quoting Nietzsche, by saying: "A world without music would be an error", and then he and the orchestra gave the usual greeting in German. The piece sounded a bit rutinary in the strings, but at the end it was compensated by the usual intensity of the Radetzky March, with the audience being involved by clapping following the conductor's instructions. The orchestra has announced that Christian Thielemann will conduct the 2024 edition, in the middle of a recent demand for a female maestro to conduct. I am are sure that day will arrive, but because of the genius and virtuosity of the female conductor, and not because of her gender.
As the TVE (as I tuned from Madrid, Spain) broadcaster Martín Ilade said, now 2023 has begun. We hope it will bring the peace to Ukraine, and it will bring us lots of musical emotions on stage.
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